El recorrido del cliente: claves y comportamiento en una tienda (I)
El primer objetivo en el diseño de una tienda de moda es lograr atraer a las personas: conseguir que entren y, una vez en su interior, lograr que realicen el recorrido del cliente. Para lograrlo, es clave contar con un escaparate y fachada atractivos, tal y como te explicamos en este post.
¿Y una vez que hemos captado al cliente? Es el momento de crear ese recorrido, para lo que el equipo de diseño tiene que comprender el comportamiento del cliente dentro de un comercio, una premisa básica para plantear la distribución del producto.
Con este post, iniciamos una serie de contenidos dedicados al recorrido del cliente, un aspecto vital para cualquier proyecto y al que, desde Tribeka, prestamos una especial atención.
Premisas básicas del recorrido del cliente en una tienda de moda
El objetivo del recorrido del cliente es lograr una fluidez que permita a todas las personas que entran en la tienda moverse por toda la tienda de manera eficiente. Esto debe garantizar, además, que los clientes puedan hacer mucho más que coger un producto, pagar y marcharse.
Para ello, debe plantearse una experiencia de compra que inspire a los clientes a desplazarse por todo el espacio para ver toda la exposición de producto. No debemos olvidar que el cliente solo puede comprar aquello que ve.
Por este motivo, es necesario diseñar un recorrido que empuje a mirar más allá, que invite a descubrir el resto de la tienda, adaptado al tipo de producto, local o target.
El comportamiento natural de las personas al entrar en una tienda juega un papel fundamental: ¿cómo puede aprovecharse y optimizarse dentro de una distribución determinada? Para poder hacerlo, el punto de partida es conocer las tendencias innatas más habituales de los clientes.
5 claves del comportamiento del cliente en una tienda de moda
- Los clientes caminan en dirección contraria a las agujas del reloj. El gesto casi instintivo de entrar por la derecha siempre que sea posible y hacer ese recorrido se cumple en un 90% de los casos, según estudios realizados. Este aspecto puede aprovecharse para situar los productos más demandados al final de ese recorrido pre-configurado, de manera que se animará a ver toda la exposición. De la misma manera, alejar el punto de pago también ayuda en este objetivo.
- Los espacios con varios pisos suelen evitarse. Cuando se accede a una tienda de moda, lo que se disfruta realmente es un local amplio y accesible desde la misma entrada, sin necesidad de cambios de altura.
- Los pasillos amplios son una necesidad. De hecho, en muchos lugares, un paso estrecho que implique cercanía entre personas eliminará las ganas de recorrer una zona de exposición aunque allí se encuentre un producto de interés. Los pasillos tienen que ser cómodos, limpios y seguros, pero tampoco tan amplios como para fomentar un desplazamiento demasiado rápido. Además, la tienda debe estar adaptada a personas con diversidad funcional.
- Los clientes agradecen una zona de transición. Al entrar en una tienda, es necesario un área en el que orientarse y adaptarse al espacio. Más aún, una zona con la que prepararse para vivir la experiencia de compra. Por este motivo, no debe sobrecargarse la entrada.
- La iluminación guía al cliente: al acceder a una tienda oscura, muchas personas no se sienten cómodas y deciden marcharse. No se trata de utilizar luces muy intensas, pero sí de ofrecer una iluminación que haga al producto el gran protagonista y, al mismo tiempo, que ayude a generar el recorrido.
La mayoría de personas, al entrar en una tienda, no prestan atención de manera consciente a estos aspectos. Por ello, estas claves sobre el comportamiento del cliente se convierten en una ventaja para diseñadores e interioristas a la hora de optimizar el recorrido del cliente.
En el próximo post, analizaremos las distribuciones o layouts más habituales y la importancia de la fluidez en el recorrido. Si te interesa, sigue con atención nuestro blog.